En algún lugar, de tantos en los que me la paso en Internet, leí alguna vez que uno tiene cierta cantidad de años de vida pero no todos son de conciencia total y que, cuando se llega a la adultez, se es más consciente de ello. Desde que pisé mis 28 años de edad en enero pasado, me he vuelto un poco más consciente de quién soy, de dónde estoy y hacia dónde deseo ir. Desde enero para acá he estado en mi misión interna de aprender a reconocerme, de aprender a amarme tal cual soy. He de admitir que conocerte y reconocerte no es un proceso sencillo pero le agradezco a la vida el poder llegar a comenzar ese proceso a tiempo para así no perder más año de mi vida sin esa búsqueda tan importante que es la que nos ayuda a identificarnos ante nosotros mismos, hacer más sencillo el reconocer a quién vemos en el espejo.

Today I am grateful for the process I am allowing myself to go through. To be clear about how lucky I am to have reached the age I have with all the experience I have lived and with the desire to want to live more, for me is a blessing. Every day we must thank the universe for who we are, always pray for those we want to become and love the whole process.