Sentada frente a la chimenea, esperando la cena de nochebuena, me quedé absorta, mirando el vaivén del fuego y escuchando el crujir de la madera mientras se desintegra y en cenizas queda. En un respiro profundo y melancólico recuerdo los propósitos del año que está por terminar; ¡qué tristeza solo algunos pude alcanzar! Todos los años son los mismos propósitos que en papel quedan nada más.

Los únicos propósitos que suelo alcanzar son los que me dan recreación y felicidad. Es maravilloso poder viajar, pero que pasa con los demás, ¡la vida NO es solo diversión! Se necesita salud y amor.

Bajar de peso y estar fitness, es un chiste común, un propósito de año nuevo, ojalá dentro de mí se encendiera el fuego interno, de mover mi cuerpo, deseo tener la pasión que queme la procrastinación y transformar mi templo; es mi anhelo, más que un deseo debo trabajar con esmero para convertir esas brasas en un fuego eterno y seguir adelante con lo que más quiero encontrar el balance mente, alma y cuerpo.

Mirando el fuego que crece con cada madera, recuerdo la pasión de un amante y compañero, ¿dónde estarás? Ya es el momento, ¡preséntate, yo quiero verte! Estoy preparada con los brazos abiertos, otro propósito de año nuevo, amor ardiente. Ven, deseo verte, nos sentaremos el año nuevo a contemplar el fuego ardiente.

_{Este es mi participación al Extraño Concurso No. 35 Mis propositos de Año Nuevo de @hivemexico en conjunto con @saulos, agradezco el concurso y la la imagen de @saulos . Por acá dejo el link del concurso e invito a @getheenspring y a @jesuslnrs a unirse.}