Lamentablemente, ningún aprendizaje se obtiene desde el futuro, sino, a partir de lo que ha pasado. Después de una semana, un mes, un año, es muy fácil mirar hacia atrás y decir "Debí haber hecho esto", sin embargo, es inútil. No podemos juzgar nuestras decisiones pasadas en función de las experiencias y conocimientos presentes. En vez de perder el tiempo con lamentos, lo mejor es mirar hacia el futuro y ser capaz de reconocer cuando nos topamos de frente con esa piedra que conocemos de antes, para sortearla, retirarla del camino, patearla, saltarla... en fin, para evitar pasar por los mismos problemas que ya hemos vivido.

Todavía me encuentro en un punto de mi vida en el que las situaciones novedosas y desconocidas son frecuentes (mucho más de lo que me gustaría!). Yo no había tomado consciencia, por ejemplo, de la importancia de hablar claro, decir lo que uno piensa y siente, en el mundo real. Desde muy pequeña entendí que la comunicación es la clave de las relaciones sanas y duraderas, pero pensé que esta sería principalmente útil en mis relaciones de amistad, familiares y de pareja. ¡Grave error! Todo en la vida se trata de una buena comunicación. Por respeto, por humildad, por evitar conflictos pensaba que la vida se trataba de callarse cosas. Esta semana entendí que absolutamente no. De hecho, hay cosas que deben ser dichas y uno debe aprender a tener el valor de decirlas. Sobre todo, si van en contra de nuestros principios, si atentan contra nuestra salud física o mental, si generan incomodidad o molestia. Esta semana aprendí que:

Tengo el poder de cambiar mi realidad si soy capaz de decir lo que no me gusta.

Y esto va desde poder regresar un pedido que se ha recibido erróneamente hasta discutir un acuerdo al que se había llegado y que no se está cumpliendo. Creo que el ser una persona muy tranquila y pacífica hizo que aprendiera a callarme injusticias, pero las consecuencias de eso no me están gustando. De modo que, me corresponde aprender a poder decir lo que siento y pienso, sin maquillaje, pero con mucho respeto. Alguien me dijo que eso lo aprenderé con el tiempo, pero a partir de lo que he vivido, he decidido adelantar un poco las agujas del reloj.

Unfortunately, no learning is obtained from the future, but, from what has happened. After a week, a month, a year, it is very easy to look back and say "I should have done this", however, it is useless. We cannot judge our past decisions based on present experiences and knowledge. Instead of wasting time with regrets, the best thing to do is to look to the future and be able to recognize when we run face to face with that stone that we know from before, to get around it, remove it from the road, kick it, jump over it... in short, to avoid going through the same problems we have already lived through.

I am still at a point in my life where new and unfamiliar situations are frequent (much more than I would like!). I had not become aware, for example, of the importance of speaking up, saying what you think and feel, in the real world. From a very young age I understood that communication is the key to healthy and lasting relationships, but I thought that this would be mainly useful in my friendship, family and couple relationships. Big mistake! Everything in life is about good communication. Out of respect, out of humility, out of avoiding conflict I thought life was about keeping things quiet. This week I understood that absolutely not. In fact, there are things that must be said and one must learn to have the courage to say them. Especially if they go against our principles, if they threaten our physical or mental health, if they generate discomfort or discomfort. This week I learned that:

I have the power to change my reality if I am able to say out loud what I don't like.

And this ranges from being able to return an order that has been wrongly received to discussing an agreement that has been reached and is not being fulfilled. I think being a very calm and peaceful person has taught me to keep quiet about injustices, but the consequences of that are not sitting well with me. So, it behooves me to learn to be able to say what I feel and think, without makeup, but with a lot of respect. Someone told me that I will learn that with time, but from what I have experienced, I have decided to move the hands of the clock forward a little.