EXOTIC AND AMAZONIAN ICE CREAMS 🦎💛🐅

ESPAÑOL

Es muy divertido cuando una experiencia normal, como puede ser ir a comer helados, se convierte en una experiencia exótica y singular.

Una heladería es un lugar del que uno sabe más o menos qué esperar. Si acaso, se varía en la presentación o en los toppings al momento de su preparación. Los sabores de helado, por su parte, suelen ser muy parecidos en todos los lugares: vainilla, chocolate, fresa, arequipe, ron con pasas, coco...

Pocas heladerías han llegado a sorprenderme verdaderamente, y cuando ocurre, se vuelve una experiencia memorable. Así me ocurrió con los helados de Selva Nevada. Al acercarnos a la vitrina esperaba elegir entre lo típico, pero cuando vi tantos nombres extraños empecé a preguntarle a la vendedora cómo era cada sabor, de dónde provenía el nombre. Entendí que aquellos nombres extraños provenían de frutas tropicales que yo jamás había escuchado en mi vida.

La "Gulupa", por ejemplo, es una mutación de la parchita (maracuyá) y tiene un sabor muy parecido a esta. El "camu-camu" es una fruta amazónica, de sabor un poco ácido. El arazá marañón es un fruto originario del amazonas, cerca del río Marañón. Su sabor es agridulce. El "zapote" es entre dulce y ácido, muy refrescante. Este fue el sabor que escogí para mi barquilla. Me recordó mucho al "jobito" que comía en mi niñez.

Otros sabores, aunque no los probé, pude imaginar cómo serían: hierbabuena chocolate, el queso bocadillo, la mora ponqué, lulo brownie o el limón galleta.

No esperaba encontrarme un helado de "mambe", que es el polvo que se obtiene a partir de las hojas de coca o un helado de la biodiversidad 😅🙃 Así que 20 puntos para la creatividad y el ingenio de los dueños de esta heladería. Cabe resaltar que son helados artesanales, con productos literalmente traídos de la Selva, lo que aumenta su valor.

Por suerte, ese día hacía un sol radiante, así que mi helado de Zapote fue como pellizcar un pedacito de gloria. Necesito regresar a la heladería Selva Nevada para transportarme nuevamente a un lugar cálido, donde escuche el agua correr y el ambiente esté impregnado de una brisa tropical.

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ENGLISH.

It's a lot of fun when a normal experience, such as going for ice cream, becomes an exotic and unique experience.

An ice cream parlor is a place where you know more or less what to expect. If anything, it varies in presentation or toppings at the time of preparation. Ice cream flavors, meanwhile, are usually very similar in all places: vanilla, chocolate, strawberry, arequipe, rum raisin, coconut....

Few ice cream parlors have really surprised me, and when it happens, it becomes a memorable experience. That is what happened to me with Selva Nevada's ice cream. As we approached the display case I expected to choose among the typical, but when I saw so many strange names I began to ask the saleswoman what each flavor was like, where the name came from. I understood that those strange names came from tropical fruits that I had never heard in my life.

The "Gulupa", for example, is a mutation of the parchita (passion fruit) and tastes very similar to it. The "camu-camu" is an Amazonian fruit, with a slightly sour taste. The "arazá marañón" is a fruit native to the Amazon, near the Marañón River. Its flavor is sweet and sour. The "zapote" is between sweet and sour, very refreshing. This was the flavor I chose for my barquilla. It reminded me a lot of the "jobito" I used to eat in my childhood.

Other flavors, although I didn't try them, I could imagine how they would be: mint chocolate, bocadillo cheese, blackberry ponqué, lulo brownie or lemon cookie.

I did not expect to find a "mambe" ice cream, which is the powder obtained from coca leaves or an ice cream of biodiversity 😅🙃 So 20 points for the creativity and ingenuity of the owners of this ice cream shop. It is worth noting that these are artisanal ice creams, with products literally brought from the Jungle, which increases their value.

Luckily, the sun was shining that day, so my Zapote ice cream was like pinching a little piece of glory. I need to return to Selva Nevada ice cream parlor to be transported back to a warm place, where I hear the water running and the atmosphere is infused with a tropical breeze.