Noche de amigos y pizza [Esp/Eng]

No hay problema que la compañía de un amigo no pueda aliviar, ni carga que no sea más ligera junto a ellos.

---

Últimamente en casa, hemos estado pasando por muchas situaciones que me han tenido cargada de angustia y preocupación, y entre tantas cosas, lo último fue que chocaron nuestro carro, al punto de no poder moverse para trabajar, y mucho menos pasar salir de casa a despejar la mente.

Pero nunca falta un ángel por ahí, con el nombre una amiga que te escribe "Hello baby. Mami que tal si mañana vamos al final de playa el agua para que los niños corran bicicleta. Yo te busco". Y con esa frase bastó para organizar nuestra salida de domingo, que de ser una cita para que nuestros hijos corrieran bici, terminó en una invitación a comer pizza.

Y la verdad que después de una semana bastante fuerte, esa salida no caería nada mal. Ni a mí, ni a los niños. Así que el domingo, a las 5:00 p.m., nos pasó buscando Claudi y nos fuimos a playa el agua, hasta caer la tarde, pero la salida, estaba lejos de terminar, y aceptamos su invitación a comer pizza.

---

El lugar al que fuimos es una pizzería que está muy cerca de casa, y que además de pizzería, es también una heladería. Así que era algo así como el paraíso para los niños; dos de sus cosas favoritas en el mundo mundial, en un mismo lugar. ¿Qué más podían pedir?.

Apenas nos sentamos, nos trajeron la carta, en la que ofrecían muchas opciones súper deliciosas y a un precio insuperable de 5$ la pizza estándar, que era lo suficientemente grande para nuestro grupo, pero aun así pedimos dos, una margarita, y otra con champiñones, chorizo y pimentón.

Ambas estaban riquísimas por cierto, y se dejaron comer rapidito, sobre todo los niños, pero creo que más que por hambre fue por lo que venía después.

---

Y ese era, el turno de los helados, y aunque todos estábamos más que satisfechos, a un helado no se le puede decir que "no", y para los niños, esa fue la mejor parte de la noche, pero luego vendría la peor para ellos ... La sesión de fotos (risas).

Y es que estos muchachitos no son fans de las fotografías, y a medida que van creciendo es cada vez más difícil lograr que accedan a tomarse algunas fotos, pero lo que salvó el momento, fue que había una zona especial para selfis, con un león de madera, y eso junto con mi poder de convencimiento los hizo posar para mí.

---

Y después de algunas fotos, y un poco más de conversación, Claudi nos llevó de vuelta a casa, y nos despedimos hasta una nueva oportunidad, y la verdad no puedo más que agradecer por su amistad, porque fue un lindo gesto de su parte, el alejarme un poco de los problemas que hemos estado pasando. Sin lugar a dudas, los amigos, son de los regalos más grandes.

There is no problem that the company of a friend cannot alleviate, no burden that is not lighter with them.

---

Lately at home, we have been going through many situations that have had me loaded with anguish and worry, and among so many things, the last thing was that they crashed our car, to the point of not being able to move to work, let alone leave the house to clear my mind.

But there is always an angel around, with the name of a friend who writes you "Hello baby. Mommy, how about tomorrow we go to the end of the water beach so the kids can ride their bikes. I'm looking for you". And with that sentence was enough to organize our Sunday outing, which from being a date for our children to run bike, ended in an invitation to eat pizza.

And the truth is that after a pretty strong week, that outing would not go badly. Neither for me, nor for the kids. So on Sunday, at 5:00 p.m., Claudi picked us up and we went to playa el agua, until late afternoon, but the outing was far from over, and we accepted her invitation to eat pizza.

---

The place we went to is a pizzeria that is very close to home, and besides being a pizzeria, it is also an ice cream parlor. So it was kind of like heaven for the kids; two of their favorite things in the world, in one place. What more could they ask for.

As soon as we sat down, they brought us the menu, which offered many super delicious options at an unbeatable price of $5 for a standard pizza, which was big enough for our group, but we still ordered two, a margarita, and another with mushrooms, chorizo and paprika.

Both were delicious, by the way, and they were eaten quickly, especially by the kids, but I think it was more for what was coming next than for hunger.

---

And that was it, the turn of the ice cream, and although we were all more than satisfied, you can't say "no " to an ice cream, and for the kids, that was the best part of the night, but then came the worst part for them ... The photo shoot (laughs).

And the thing is that these little guys are not fans of photographs, and as they get older it is increasingly difficult to get them to agree to take some pictures, but what saved the moment, was that there was a special area for selfies, with a wooden lion, and that along with my convincing power made them pose for me.

---

And after some photos, and a little more conversation, Claudi took us back home, and we said goodbye until another opportunity, and the truth is that I can only be grateful for his friendship, because it was a nice gesture on his part, to take me away from the problems we have been going through. Undoubtedly, friends are the greatest gifts.

_{Photography by|Fotografía por:@rlathulerie, Cover, edition and banners created in/Portada, edición y banners creado en Canva, Translated with www.DeepL.com/Translator (free version)}