Review of almost a year with Aramis / Review de casi un año con Aramis

When I decided to formally adopt a female kitten, my conception of them was very different. I had already had cats at home, but they were not mine, so I really only provided food for them, so that my children took care of feeding them, and they lived in the yard, as they only entered the house for short periods.

But when I met Aramis, something in me changed and I decided to bring her home, to take care of her. So that little colorful fluff arrived home on a cold winter day and took over the corner of my bed.

At that time she was very calm, which changed as she grew up, as is normal. But what I didn't expect was that she would be a very sociable cat, so she loves going out to the common patio and playing with the neighboring or stray cats that come by frequently.

After several failed sessions, I managed to capture some of them to show her this kind of Don Cat's gang, although most of them are female.

The downside of these gatherings is that at some point she arrived home full of fleas, which wreaked havoc on the house, as we all ended up infected, and the fight was complex, but luckily we won.

When the time came, I decided that it was best to go through the sterilization process, from which she came out perfectly. However, what everyone told me about her being a calmer cat stayed only in theory.

Every morning, Aramis cries for me to let her out to play with Baby, a stray kitten that I had been feeding long before she arrived home. The worst part? He pays no attention to her but to me, so I can feed him!

She loves playing with balls made of aluminum foil, but mysteriously they disappear at the end of the day, but her favorite toy is my youngest son, with whom she plays to hunt him every time he sits on the couch she took over.

And with comings and goings, the life of the house with the presence of this furry daughter changed routines for all of us, for the better. Almost a year old, this big, chubby patch of colors, we celebrate her antics and even the annoyances resulting from her mischief.

Cuando decidí adoptar a una gatita formalmente, mi concepción de ellos era muy distinta. Ya había tenido gatos en casa, pero no eran míos, por lo que realmente solo me dedicaba a proveer la comida, para que mis hijos se encargaran de alimentarlos, y ellas vivían en el patio, pues a la casa, entraban solo por períodos cortos.

Pero al conocer a Aramis, algo en mi cambió y decidí llevarla a casa, para hacerme cargo de ella. Así que esa pequeña motita de colores llegó a casa en un frío día de invierno, y se apoderó de la esquina de mi cama.

Para entonces era muy tranquila, cosa que cambió al ir creciendo, como es normal. Pero con lo que yo no contaba era con que ella fuera una gata muy sociable, por lo que le encanta salir al patio común y jugar con los gatos vecinos o callejeros que llegan con frecuencia.

Luego de varias sesiones fallidas, logré captar algunos de ellos para mostrarle esta especie de pandilla de Don Gato, aunque la mayoría son hembras.

Lo malo de estas juntadas es que en algún momento me llegó llena de pulgas, las cuales hicieron estragos en casa, pues terminamos todos infectados, y la pelea fue compleja, pero por suerte la ganamos.

Llegado el momento, decidí que lo mejor era pasar por el proceso de esterlización, del cual salió perfectamente. Sin embargo, lo que todos me dijeron sobre que sería una gatita más tranquila, se quedó en solo teoría.

Aramís cada mañana llora para que la deje salir a jugar con bebé, un gatito callejero que alimentaba desde mucho antes de ella llegar a casa. Lo peor? que él no le presta atención a ella sino a mi, para que lo alimente!

Le encanta jugar con pelotas hechas de papel de aluminio, pero que misteriosamente desaparecen al final del día, pero su juguete favorito es mi hijo menor, con quien juega a cazarlo cada vez que él se sienta en el sillón del que ella se apropió.

Y con idas y vueltas, la vida de la casa con la presencia de esta hija peluda nos cambió rutinas a todos, para bien. A casi un año de haber nacido, esta mota de colores ya grande y gordita, celebramos sus ocurrencias y hasta los enfados producto de sus travesuras.

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Foto/Photo by: @mamaemigrante
Edición/Edited by @mamaemigrante using canva
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