Saludos, comunidad del mundo onírico, me uno a esta nueva aventura que acaba de comenzar por las tierras del sueño, donde juntos abriremos las puertas de la psique para explorar esos mensajes e ideas encerrados tras nuestra mente despierta.

Avisos que recibimos en esos momentos en los que nuestros cerebros se abandonan procesando el día a día, dejando que el subconsciente de rienda suelta a todos nuestros miedos y deseos.

Mientras que nuestros cuerpos encuentran ese descanso reparador al abrigo de los sueños. Una función curativa que a veces se ve afectada, como cuando caemos en los brazos de la fiebre.

Lo que hace que nuestras experiencias como durmientes sean mucho más vívidas e indudablemente extrañas. Como lo son esos sueños febriles que para mí, los que puedo recordar, suelen incluir bucles desagradables en los que mis pensamientos quedan atrapados y que suelen comenzar de forma bastante inocente.

Para entender este sueño imagina que vas caminando por la calle que lleva a tu casa y delante de ti al doblar la esquina encuentras una moneda tirada en el suelo. Te alegras. En tu mente aparecerá la idea de que ya tienes una moneda. No importa el valor, es una moneda. De momento quédate con el número, esa idea es lo que realmente va a importar en toda esta pesadilla.

Aquí hago una pausa para aclarar que las matemáticas no son mi fuerte, pero continuemos.

Sigues caminando y al girar otra esquina, esta vez descubres que ahora hay dos monedas en el suelo delante de ti. Sin duda pensarás que tienes mucha suerte, porque ya tienes tres monedas, pero recuerda que, como te advertí, solo estamos al principio del bucle.

La trampa que te llevará una y otra vez a girar la misma esquina, mientras las monedas siguen apareciendo y con ellas la suma sigue creciendo en tu cabeza.

Hasta convertirse en una montaña de monedas, un tesoro incalculable del que estás seguro de conocer hasta la última cifra y que se ha apoderado por completo de tu cabeza, no dejando espacio para nada más.

Recuerdo siempre este sueño con desasosiego, al sentirme sobrepasado por las monedas y un número que no para de crecer, haciéndome creer que en cualquier momento mi cabeza está a punto de estallar.

Sin duda, la representación de todo el estrés al que estaba sometido mi cuerpo mientras luchaba contra la enfermedad o la afirmación de que, sin duda, soy un pésimo contable.

Invito a otros soñadores como @alicia2022, @palomap3 y @sarix a acercarse para compartir esos paisajes oníricos en los que se pierden cuando cierran los ojos.

Greetings, community of the dream world, I join this new adventure that has just begun in the lands of dreams, where together we will open the doors of the psyche to explore those messages and ideas locked behind our waking mind.

Warnings that we receive in those moments when our brains are abandoned processing the day to day, letting the subconscious give free rein to all our fears and desires.

While our bodies find that restorative rest in the shelter of dreams. A healing function that is sometimes impaired, as when we fall into the arms of fever.

Which makes our experiences as sleepers that much more vivid and undoubtedly strange. As are those fever dreams that for me, the ones I can remember, often include unpleasant loops in which my thoughts get trapped and which usually begin innocently enough.

To understand this dream imagine that you are walking down the street that leads to your house and in front of you when you turn the corner you find a coin lying on the ground. You rejoice. In your mind will appear the idea that you already have a coin. No matter the value, it is a coin. For the moment stay with the number, that idea is what is really going to matter in this whole nightmare.

Here I pause to clarify that mathematics is not my forte, but let's continue.

You keep walking and as you turn another corner, this time you discover that there are now two coins on the ground in front of you. No doubt you'll think you're very lucky, because you already have three coins, but remember that, as I warned you, we're only at the beginning of the loop.

The trap that will lead you again and again to turn the same corner, while the coins keep appearing and with them the sum keeps growing in your head.

Until it becomes a mountain of coins, an incalculable treasure of which you are sure you know every last figure and which has completely taken over your head, leaving no room for anything else.

I always remember this dream with uneasiness, feeling overwhelmed by coins and a number that keeps growing, making me believe that at any moment my head is about to explode.

No doubt the representation of all the stress my body was under while fighting the disease or the affirmation that I am undoubtedly a lousy accountant.

I invite other dreamers like @alicia2022, @palomap3 and @sarix to reach out to share those dreamscapes they get lost in when they close their eyes.