Arepas Café, nuestro emprendimiento en Bogotá (ES-EN)

¡Saludos para mis queridos amigos emprendedores! Espero que se encuentren muy bien con salud y bienestar para seguir adelante con sus emprendimientos.

Hoy me complace hacer la presentación formal, en la comunidad, del negocio que abrimos en Bogotá. Desde hace meses, quería compartir sobre nuestro emprendimiento, pero entre tantas cosas lo había dejado pasar.

Arepas Café es nuestro emprendimiento familiar aquí en Bogotá. Estamos por cumplir dos años, sirviendo al público y ofreciendo sabor venezolano en cada una de nuestras arepas rellenas. Fue el 16 de agosto del 2022 cuando, después de días de mucho trabajo acondicionando el lugar, decidimos abrir, a media máquina, para probar los equipos, sin imaginar que de una vez llegarían los clientes.

Nos tomó por sorpresa ver a los primeros clientes entrar al negocio. Sacamos los primeros pedidos, intentando disimular nuestros nervios, pero con el corazón puesto en lo que estábamos haciendo y sirviendo con mucha amabilidad y cariño. Fue el primer día de esta nueva vida como dueños de un negocio, como comerciantes.

Recuerdo las bendiciones de mi madre al comunicar en nuestro grupo familiar que estábamos probando el funcionamiento de los equipos del negocio para comenzar al día siguiente. De ese día, guardé, en mi galería de fotografías, la captura del chat de Whatsapp, sin pensar que cada tanto me iba a hacer bien volver a leer el mensaje de mi mamá para comprender e internalizar mucho más el propósito de todo lo que estamos llevando a cabo en este momento, que es tener un mañana mejor, con la bendición de Dios y de la virgen como ella nos escribió.

No podemos negar que ha significado un gran reto para nosotros que no teníamos ninguna experiencia administrando y atendiendo clientes en un negocio físico, pero, haciendo un balance, podemos decir que hemos salido airosos y que ha sido mayormente positivo.

En Arepas Café todos los días son diferentes. Hay días buenos y otros no tanto, pero a cada uno le ponemos todas nuestras energías positivas y mucho entusiasmo. De cada uno de los días vividos durante este tiempo nos quedan nuevas experiencias y muchos aprendizajes.

Todos los días abrimos nuestras puertas con muchas expectativas y, al final del día, agradecemos todo lo experimentado, agradecemos cada uno de los valiosos comentarios de nuestros clientes, después de comer. Estos son los que nos llenan de satisfacción y son la motivación para seguir adelante. Después de tantos meses, le hemos tomado gusto a servir, con compromiso y buena atención, a nuestros hermanos colombianos y a los venezolanos que llegan, buscando conectar con un pedacito de nuestra
tierra.

Guardo en mi memoria muchos de los comentarios de nuestros clientes, sobre todo los que nos dejan los colombianos y que esperamos expectantes. La mayoría nos habla de nuestra atención tan especial, de lo deliciosa que es nuestra comida. Frecuentemente, nos preguntan cuál es el ingrediente que le da tanto sabor a nuestras preparaciones, a lo que siempre respondo: el ingrediente es amor, todo está hecho con amor. También, nos felicitan por lo bien cuidado que tenemos el local, nos agradecen por el placer que sienten al estar ahí, pues hasta la música de ambiente es especial.

Como en todo servicio al público, tenemos clientes de clientes. Intentamos satisfacer los gustos de muchos, intentamos adaptar nuestro menú a lo que desean comer, pero algunos son tan complicados... a veces me pregunto si este tipo de clientes llega con los mismos modales a otros lugares de comida. ¿Llegarán así mismo a MacDonald´s, por ejemplo? ¡Creo que no! En estas grandes cadenas no piensan mucho en clientes especiales. Sin embargo, para nosotros, todos son especiales y con cada uno nos esmeramos en atenciones.

Es mucha la contentura que sentimos cuando vemos a nuestros clientes, comiendo nuestra comida y nuestras arepas con tanto gusto. Es una felicidad grande verlos regresar para repetir sus platos favoritos y las arepas más famosas de nuestra gastronomía.

Han sido muchos los que llamo días felices en Arepas Café, pues nuestra clientela crece cada día y, lo mejor, se va satisfecha con la promesa de volver y vuelve.


Honestamente, amo y disfruto mucho lo que hago hoy porque me llena el corazón de alegrías y satisfacciones. Agradezco los nuevos amigos que hemos hecho en este negocio y todo lo que hemos compartido a lo largo de estos casi dos años.

En próximas publicaciones, les estaré contando sobre las cosas que hemos vivido en Arepas Café: anécdotas, cuentos, y muchos más.